Es un momento casi mágico, cuando la mente comienza a creer que estas ahí, pero no estas.
Cuantas malas pasadas puede jugarte el pensamiento con el simple hecho de ocultar algo que te molesta, algo que te agobia, y solo imaginar la situación: creando la excusa perfecta para enojarte.
Quizá sea verdad que no tengo motivos, quizá necesite calmarme, o quizá tenga por una vez la razón y admire ese mundo de 5 minutos que imagino para sentirme bien, o mal; o algún sentimiento que en ese momento necesite.
Sigo pensando que la mente es el instrumento mas poderoso que puede portar el ser humano; hace y deshace cuando quiere, hace de nosotros un títere expresivo, una forma de sacar a la luz infinitas y enfermas formas de actuar.
Pero esta vez voy a jugar a que puedo ser mas fuerte que mis pensamientos, y así lograr poner a un costado esas cosas que siempre tiraban de mi pie, muy fuertemente hacia abajo.
Hoy puedo decir que soy realmente feliz. Y la persona que menos creía, esta al lado mio, desde siempre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario